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Maquis en Las Villuercas

Las Villuercas al concluir la Guerra Civil (1936 1939), se convierten en un gran de refugio donde llegan milicianos de los frentes del Tajo, Extremadura y la Mancha, sirviendo de puente para huir unos a Portugal o simplemente de refugio ocasional para unos y permanente para otros.


En 1945 quedaron organizadas dos agrupaciones de guerrilleros en Castilla la Nueva y Extremadura; la primera conocida como agrupación de Extremadura al mando del “comandante Carlos”.

(...)

Algunos “Maquis" de las Villuercas eran Joaquín Cintas alias Chaqueta Larga natural de Fuenlabrada de los Montes, agrupó numerosos huidos afines a su ideología comunista, organizando una agrupación guerrillera disciplinada que recorrió Extremadura. Se evadió a Francia en 1948.

El Más famoso "El Ino" que cuando murió tenía 33 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Era natural de Tormes (Burgos). Miembro del Partido Comunista de España (PCE), fue guardia de asalto republicano y sirvió a la República entre 1936 y 1939 combatiendo en el frente de Madrid como comisario delegado de Compañía del Ejército de Tierra.

Tras la Guerra Civil, agrega, se alistó en la guerrilla antifranquista y sirvió como enlace y delegado político del guerrillero Carlos en la Agrupación Guerrillera de Cáceres.

En la montaña cacereña formó parte de la división 13, comandada por Joaquín Ventas Cintas "Chaqueta Larga". Su mujer, encarcelada posteriormente por sospechas de colaboración con los maquis, nunca recibió noticias del paradero de los restos de su marido, cuyo fallecimiento aún no está anotado en el Registro Civil de Cáceres.

Lugar de desaparición: en la majada de “la Artijuela”, si consultas los carteles indicativos del pueblo al que pertenece;o “la Hortiguela” si consultas la documentación de la Guardia Civil. Su muerte aparece reseñada en el “Libro de Muertos” de la Iglesia de Roturas de Cabañas, pueblo al que pertenece dicha majada; a su vez, Roturas de Cabañas , pueblo situado en un hermoso paraje entre dos montañas, aparece incluido en el término de Cabañas del Rey que pertenece a la provincia de Cáceres. También se atestigua la muerte en un documento de la Comandancia de la Guardia Civil, fechado y firmado el 16 de mayo de 1963 por el Teniente Coronel Primer Jefe de Cáceres en el que alude a la muerte del “bandolero” en enfrentamiento armado con fuerzas del propio cuerpo.

“El Ino” fue velado el 13 de noviembre en el edificio conocido por “las escuelas” por dos vecinos de la localidad; uno de ellos era Juan Suárez, abuelo de la actual administrativa del actual Ayuntamiento-instalado en el mismo edificio, Cristina. Fue enterrado el 14 de noviembre mediante un “entierro de pobre” como aparece citado en el “Libro de muertos” parroquial justo a la entrada del cementerio viejo de Roturas, para que todo el mundo pudiese “pisar la tumba del rojo” al pasar al cementerio como han confirmado los hospitalarios vecinos del pueblecito.

A día de hoy, el fallecimiento de Victorino Pereda Ortega no está anotado en el registro civil de Cáceres.

A Encarnación nunca le dijeron donde se produjo la muerte de su marido y donde estaba enterrado. Encarnación murió sin saber donde yacía el padre de sus dos primeros hijos. Su hija, Beatriz, y su nieto, no lo han sabido hasta el año 2007.
Responsables de la desaparición: Miembros del cuerpo represivo franquista de la Guardia Civil. “El Ino” murió en combate contra la Guardia Civil y somatenistas reclutados para tal fin posiblemente la noche del 12 de noviembre de 1945.

El episodio está reseñado en los tres libros citados anteriormente: páginas 379-381 (Moreno Gómez: 2001), 129-130 (Chávez Palacios: 1996), página 230 (Díaz Díaz: 2001).
Vicenta Martín, que vive actualmente en Aldeacentenera, por aquel entonces solo una niña huérfana vecina del pueblo (su padre Zoilo Martín Robledo, militante socialista, fue “paseado” por falangistas en 1936 y enterrado en el monte), conocía a “El Ino” de alguna de las incursiones de los guerrilleros en el pueblo en busca de pertrechos pudo ver el cadáver sobre unos palos cuando lo bajaron de la majada por medio de un burro. En otra ocasión vio su foto en un cuaderno de la Guardia Civil de Cáceres, cogida la cabeza barbuda por los pelos para que se le viese la cara..
Hechos de la desaparición: Gracias a una delación de José Ballesteros González “El Carretero”, desertor o infiltrado, sorprendieron en una emboscada a dos guerrilleros que se dirigieron a la majada de la “Artijuela” a pertrecharse de víveres. Los dos guerrilleros eran “El Ino” y “El Mexicano” (Alejandro Barroso Escudero). Era una noche oscura, lluviosa, tormentosa y una espesa neblina cubría la majada. En los informes de la Guardia Civil se habla de intento de secuestro, la gente del pueblo habla de recogida de alimentos; así como el superviviente de la emboscada, “Mexicano”, con el cual hablé por conferencia telefónica con Francia; ya que conocían a “los del monte” de haber bajado en más ocasiones a por alimentos. De todos modos que dos guerrilleros intenten secuestrar a un matrimonio de edad avanzada en plena tormenta no es muy creíble. Y en el cuerpo de “El Ino” se hallaron más de 2.500 pesetas, con lo que el móvil del secuestro se desvanece. Julio García, actual alcalde de Roturas, por el PSOE, cuyos abuelos eran el matrimonio anteriormente reseñado sostiene también la versión de la recogida de los alimentos. Regresando a la luctuosa noche, cuando llegaron los guerrilleros los emboscados ya los esperaban y se produjo un tiroteo que se saldó con “El Ino” muerto, un guardia civil, Román García Sánchez, gravemente herido que moriría esa misma noche en Deleitosa, “Mexicano” huido de manera casi sobrenatural y varias cabras y cerdos fallecidos por los disparos de la Benemérita.

He investigado sobre los hechos de esa noche: a través de los libros anteriormente reseñados, de la documentación encontrada (documentos de la Guardia Civil sobre la muerte de “El Ino”, registro del “Libro de muertos” parroquial del pueblo, expediente personal del Guardia Civil Román García Sánchez, donde aparece reseñada la acción que llevó a su muerte) y los testimonios orales de testigos directos (“Mexicano”) e indirectos (Satur o Saturio, Eulalio Barroso Escudero “ Carrete”); además de otras aportaciones documentales orales de vecinos y familiares de Roturas (Julio García, Cristina Suárez, Vicenta Martín, etc.

Existen dos versiones de los hechos, las cuales no difieren en lo fundamental, que voy a pasar a relatar. La primera versión es secundada por la totalidad de los vecinos de Roturas y dice así:

Hacia las 10 de la noche, bajo una copiosa lluvia y envueltos en una niebla baja y espesa los dos guerrilleros se aproximaron a la casa de la majada, la cual se encuentra en la cara oculta de la montaña. “El Mexicano” entró en la casa, “El Ino” permaneció en la puerta como centinela y un pequeño grupo guerrilleros se quedaron esperando en un molino cercano. La Guardia Civil junto con los somatenistas tenía la casa rodeada y andaban escondidos en la casa, en el cortijo, el establo y rodeaban el lugar. Un Guardia Civil abrió fuego con una ráfaga contra “El Ino” sin previo aviso y todos los guardias civiles y somatenistas empezaron a disparar entre ellos. “El Ino” cayó muerto sin enterarse de nada, “Mexicano”, salió de la casa de un salto, sobre el cuerpo de “El Ino” y huyó mientras los guardias se mataban entre ellos. Uno cayó mortalmente herido por fuego de un compañero. La versión de los vecinos de Roturas del tiroteo emana de lo que les contó el tío Matías, que estuvo presente esa noche como apoyo a los guardias civiles. Dicha versión es coincidente en muchos puntos entre las distintas voces. Aún vivía el guardia cuando Saturio, un vecino, subió a la majada como del médico, que olvidó el maletín del miedo que tenía. Allí vio el cadáver de “El Ino” y al guardia quejarse y maldecir a un compañero suyo al que acusaba de los disparos que había recibido. A “ El Ino” lo bajaron de la finca, en la montaña, al pueblo entre dos bestias y dos haces de leña: Mientras que al moribundo guardia en una escalera. Fue velado en Retamosa. “ El Ino” fue llevado a las “Escuelas” en Roturas, donde el ama del cura pidió prenderle fuego, el capitán de la Guardia Civil se negó a ello aduciendo que si algo debía ya lo había pagado y el cura decidió darle sepultura por que quizás era creyente. Le estuvieron velando toda la noche, de su espalda, cosido en la chaqueta, encontraron 2.500 Pts por indicación del otro confidente “Lobo” que alertó a los guardias que Ino guardaba la documentación en la espalda.

La segunda versión, de “Mexicano” aporta nuevos datos: Fueron cinco guerrilleros a la finca, tres se quedaron en las inmediaciones y “ El Ino” y el propio “Mexicano” se acercaron a la casa; “Mexicano” entró en ella mientras que “El Ino” se permaneció como centinela. La casa estaba a oscuras y “Mexicano” habló con el matrimonio; les preguntó por qué estaban todas las luces apagadas y le respondieron que se iban a acostar. Entonces encendió un fósforo, vio a un guardia civil en la habitación y comenzaron los disparos. “Ino”, apostado en la puerta disparó contra el guardia civil que iba abrir fuego sobre “Mexicano”; ambos se dispararon a quemarropa. “Mexicano” logró saltar sobre “Ino”, ya caído, y a pesar de las ráfagas logró escapar. “Mexicano” sostiene que la acción de “El Ino” le salvó la vida.
Conclusiones: De esto se deduce que o bien, hubo un guardia civil muerto por fuego amigo aquella noche y otro herido por los disparos de “El Ino”. O bien que solo hubo un herido entre los guardias civiles que posteriormente murió a consecuencia de las heridas y que fue “El Ino” el que le disparó; y por la confusión reinante se pensó que fueron los propios guardias civiles. En el expediente personal del guardia civil muerto, Román García Sánchez se cita al menos dos heridas de bala. “El Ino” que llevaba un fusil solo pudo disparar una vez, según versión de “Mexicano”; su cadáver presentaba una hilera de disparos, como una diadema, alrededor del pecho, con lo que se puede concluir que murió en el acto victima de una ráfaga de metralleta. Aún se conserva la puerta de entrada a la casa de la majada en la que se pueden apreciar una hilera de orificios provocados por disparos de bala. Esto concuerda con la ráfaga que causó la muerte a “El Ino”. Por tanto, a la espera, de nuevas aportaciones, mi hipótesis es la siguiente: el guardia civil muerto, fue herido primeramente por “El Ino” y posteriormente por sus compañeros, no sabiendo qué disparó fue el mortal.

Un camarada de partido de “El Ino”, meses después del enfrentamiento visitó a Encarnación y le dijo que su marido murió combatiendo y que abatió a dos guardias civiles antes de caer muerto. Esta versión de momento no está contrastada.


FUENTE: elhombredelastierrasaltas

Chaquetalarga

Joaquín Cintas alias Chaqueta Larga natural de Fuenlabrada de los Montes, agrupó numerosos huidos afines a su ideología comunista, organizando una agrupación guerrillera disciplinada que recorrió Extremadura. Se evadió a Francia en 1948.

Carrete

(...) Emilio Barroso fue guerrillero extremeño que perteneció a la Agrupación Guerrillera de Extremadura Centro, integrante de la 14ª División, cuyo mando lo ostentaba, Jesús Gómez Recio "Quincoces", que fue muerto por las fuerzas represoras.

También actuó bajo el mando de Joaquín Ventas Cinta «Chaquetalarga» también extremeño, jefe de la 13ª División, y que logró pasar a Francia donde murió a finales del año 2007.

Emilio, "Carrete", era el cuarto de cinco hermanos, los cuales todos sufrieron la represión y se integraron en las guerrillas. Con sólo 17 años, se unió a la guerrilla, cuando burló a los guardias civiles que amenazaban con fusilarle si no descubría a sus cuatro hermanos guerrilleros.


Eulalio Barroso nació en 1927 en Bohonal de Ibor, Cáceres, y sus hermanos guerrilleros fueron Avelino «Recaredo», el mayor, nacido en 1913, que fue comisario político de la 12ª División dirigida por Pedro Díaz Monje "El Francés" de la 1ª Agrupación de Guerrilleros. Daniela "Madroña", nacida en 1917, e integrante de los grupos de "Quincoces" y "Chaquetalarga". Alejandro "Mejicano", nacido en 1926, residente en Francia e integrante de los mismos grupos que su hermana. Emilio "Atila", nacido en 1928, que luchó junto a Chaquetalarga.


Emilio Barroso, en 18 meses se convirtió en jefe y mantuvo duros combates con las fuerzas franquistas en Gredos, donde cayó preso. Condenado a muerte, la pena le fue conmutada.

Barroso cumplió su condena de 14 años en la cárcel, y rehizo su vida. En la actualidad era miembro destacado de la Asociación 'La Gavilla Verde', y no dudaba en acudir a cuantos actos y homenajes se realizaban, en cualquier punto de la geografía española donde la memoria y la dignidad de la guerrilla fuera rescatada del olvido.

Uno de sus últimos actos fue el Homenaje al Guerrillero de Santa Cruz de Moya, donde ante las más de 2.400 personas que les arropaban dijo: "Esto nos hace seguir adelante con más fuerza".


Murió el 28 de enero de 2009.


FUENTE:
extremaduraaldia.com

Ino, el rojo

62 años pisando la tumba del maquis
El cura, por si el guerrillero fuese católico, dijo que había que enterrarlo. Pero no en cualquier sitio: en la puerta del cementerio para que todo el mundo pudiese "pisar la tumba del rojo" de por vida, tal y consta en el libro de muertos de la parroquia.
Aquí está mi padre, ya no es invisible, como han querido hacerle durante más de 60 años.


62 años pisando la tumba del maquis
Ino fue enterrado a la entrada del cementerio por decisión del cura para que todos pudieran "pisar la tumba del rojo"

El País
JAVIER LAFUENTE - Roturas de Cabañas - 23/07/2007

Los susurros no traen buenos recuerdos a Ángel Serrano. Este sociólogo madrileño de 36 años los relaciona con su infancia, con cómo se hablaba en casa de uno de sus abuelos, Victorino Pereda, Ino. No toda la familia quería que el nieto se sintiera orgulloso de tener un ascendente comunista y guerrillero, de quien se dejó de tener noticias en el otoño de 1945. Durante muchos años, Ángel sólo tuvo dos abuelas y un abuelo, que murió de enfermedad.

Hasta hoy casi nadie sabía en Roturas de Cabañas dónde estaba el cadáver de Victorino
La hija y el nieto del guerrillero participaron este fin de semana en la exhumación de sus restos

La emboscada de la Guardia Civil en la sierra de Villuercas (Cáceres), la noche del 11 de noviembre de 1945, no sólo acabó con la vida de Ino. La diadema de disparos que le dibujaron alrededor del pecho le volvieron invisible durante 62 años, el tiempo que ha transcurrido hasta que este fin de semana sus restos fueron rescatados de una fosa sin nombre.

Hacia las 10 de aquella fatídica noche. bajo una copiosa lluvia y envueltos en una niebla baja y espesa, Ino se encaminó, junto al también maquis, Alejandro Barroso, Mexicano, hacia una majada, oculta en la montaña. Buscaban algo de comida con la que poder saciar su hambre y la de los compañeros de guerrilla. El estómago vacío era una seña de identidad de los señores de la sierra, como se les conocía en los pueblos de la zona. Solían ser bien recibidos. Se les daba comida y un tiempo de margen para que pudieran escapar. Después, se alertaba a los agentes a de la presencia de bandoleros. El miedo a las represalias pesaba mucho.

Aquella noche de noviembre las cosas no salieron como de costumbre. La Guardia Civil había rodeado la majada. Ino esperaba en la puerta. Cuando Mexicano entró, todo estaba a oscuras. Los dueños les dijeron que se iban a acostar, aunque fuese temprano. Mexicano encendió entonces un fósforo y vio en una esquina a un guardia, que abrió fuego contra Ino sin previo aviso. De forma asombrosa, Mexicano escapó. El mosquetón de su compañero y amigo, de un solo disparo, no pudo hacer frente a las metralletas de los agentes. Todavía hoy se puede ver en la puerta de entrada a la majada una hilera de orificios provocados por disparos de bala.

El cuerpo de Ino fue velado en las escuelas de Roturas de Cabañas, un pequeño pueblo de la sierra en el que hoy viven 350 personas. Nadie sabía qué hacer con el cadáver. Muchos pidieron prenderle fuego. El cura, por si el guerrillero fuese católico, dijo que había que enterrarlo. Pero no en cualquier sitio: en la puerta del cementerio para que todo el mundo pudiese "pisar la tumba del rojo" de por vida, tal y consta en el libro de muertos de la parroquia.

Toda esta reconstrucción no ha sido posible hasta este año. Han pasado más de 60 sin que nadie supiese cómo había muerto ni dónde estaba enterrado Ino.

A Encarnación, su mujer, le llegaron a decir que huyó a Francia y le había abandonado. Pero no tenía sentido. "Mi madre siempre me dijo que tenía que estar orgullosa de él, que si había resistido durante la Guerra Civil no se iba a ir diez años después", explicaba el pasado sábado Beatriz, la hija a la que el maquis no llegó a conocer, en Roturas, a escasos metros de donde yacían los restos de su padre, pocos minutos después de que se iniciase la exhumación del cadáver.

Fue en enero de este año cuando Ángel le hizo una promesa a su madre: "Voy a encontrar a tu padre, al invisible". La idea le venía rondando la cabeza desde hacía tiempo. Sabía que su abuelo, miembro del PCE y guardia de asalto republicano, se había alistado en la guerrilla antifranquista cuando terminó la guerra. Servía de enlace y delegado político entre Madrid y Cáceres, así que hacia allá se desplazó. Aunque la ayuda de las administraciones no fue todo lo buena que esperaba, el proceso de investigación ha sido rápido. Dos profesores de la Universidad de Extremadura le aconsejaron que visitara los pueblos de la sierra de Ibores, por donde se solían mover los guerrilleros. En Roturas, casi todos los vecinos habían oído la historia de Ino, pero nadie había dicho una palabra durante años, "sobre todo la gente de izquierdas", explicaba Ángel. Y ya se sabe que lo que no se habla no existe. "En cuanto localicé el pueblo, todo fue más fácil", recuerda el sociólogo reconvertido en investigador, que un día pudo por fin llamar a su madre y decirle: "He encontrado al invisible".

El nieto de Ino se puso en contacto con el Foro por la Memoria para comenzar las labores de exhumación de los restos de su abuelo. Un equipo de arqueólogos, abogados, voluntarios, una psicóloga y cámaras de televisión se desplazaron el sábado hacia Roturas. El alcalde, Julio García, bisnieto de los dueños de la majada donde murió Ino, puso todas las facilidades al equipo.

En el pueblo, Beatriz confesaba que ha vivido siempre intrigada por dónde pudiera estar su padre. Su hijo le regalaba cualquier libro en el que se le hiciese referencia. Desde que Ángel comenzó la investigación, los nervios han ido a más. El sábado, Beatriz estaba como un flan. No había quien pudiera calmarla: "¿Y si no aparecen los restos? ¿Y si mi padre no está enterrado aquí?", repetía constantemente.

Aunque el trabajo documental era bastante sólido, las labores de exhumación no fueron sencillas. El cementerio está en cuesta y en un primer momento aparecieron todo tipo de restos. Había otra dificultad. Hace apenas un mes, Elisa, una vecina de Roturas, cuando supo que se iba a exhumar a Ino, confesó que su madre, Trinidad Álvarez, estaba enterrada sobre él. Había muerto de forma natural en los años 50 pero, al ser una mujer de izquierdas, el cura quiso que también fuera pisoteada eternamente. Elisa había callado todo este tiempo por el qué dirán. El ancestral miedo de los pueblos pequeños.

Conforme pasaban las horas, la incertidumbre y el sol abrasador se apoderaban del ambiente. Entre todos los vecinos que se acercaron al cementerio, estaba Saturio, Satur. Tenía poco más de 15 años cuando mataron a Ino. Recuerda que fue un domingo porque "había ido al baile". Rápidamente tuvo que subir a la majada con el médico. "Nos dijeron que había habido un enfrentamiento entre bandoleros y la Guardia Civil". Allí vio el cadáver de Ino. "Era muy fuerte, con muñecas como remos".

Uno de las personas que mejor recuerda cómo era el guerrillero muerto, además de Mexicano, que vive en Francia y no pudo asistir a la exhumación por motivos de salud, era el hermano de éste, Eulalio Barroso, Carrete.

A sus 80 años, guarda una mente muy lúcida; estuvo de pie todo el día, contándole a todo el mundo el recuerdo que tenía de Ino: "Era una persona con mucho conocimiento de la estrategia; además, como tenía 33 años, era como un profesor para nosotros, siempre que podía nos aleccionaba de alguna manera".

A última hora de la tarde del sábado, después de casi 12 horas de trabajo y especulaciones, el equipo de arqueólogos limpiaba la fosa levantada en la entrada del cementerio. Dentro de ella se podían ver los huesos de dos individuos. A falta de la prueba de ADN, los arqueólogos aseguraban que se trataba de los restos óseos de una mujer y de un adulto de constitución fuerte.




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Foro por la Memoria: Hoy se ha realizado un acto de homenaje al guerrillero antifranquista Victorino Pereda, “El Ino” y a Trinidad Álvarez, quien compartía tierra con él en la entrada del cementerio de Roturas del Cabañas (Cáceres). Los restos mortales del guerrillero fueron rescatados a última hora de la tarde de ayer por sus familiares y la Federación Estatal de Foros por la Memoria, en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, cuyo alcalde,Julio García se ha volcado con esta recuperación y se ha comprometido a homenajear a todos los luchadores antifranquistas, una vez se recuperen los restos de los que permanecen aún en fosas comunes. Asimismo este Ayuntamiento dedicará una placa conmemorativa a las víctimas del franquismo en la plaza del Ayuntamiento.

Durante el acto de homenaje, el nieto de “El Ino”, Ángel Serrano, tras los agradecimientos, subrayó la importancia de este acto para recuperar la memoria de su abuelo y sobre todo, que se trataba de un acto reivindicativo “con el que la sociedad española también recupera parte de la dignidad perdida al dejar en la invisibilidad durante tanto tiempo a las víctimas que perecieron por defender la legalidad democrática vigente existente y truncada por el golpe de Estado del 36”. En este sentido criticó con contundencia “la tergiversación que se ha hecho durante la transición y hasta ahora de todo lo ocurrido en España, tapando la verdad”. Y criticó el proyecto actual de Memoria Histórica “porque no reconoce la rehabilitación de la guerrilla antifranquista”. Citando a Amnistía Internacional y Human Rights Watch, dijo que “sin verdad, justicia y reparación, se garantiza la impunidad de los verdugos y criminales”.

La hija del guerrillero, que no llegó a conocerle, Beatriz Pereda, por su parte, dijo unas emocionadas palabras nada más ver los restos, que resumen lo vivido en Roturas estos dos días y lo sentido como acto de justicia por los familiares de las víctimas del franquismo: “Aquí está mi padre, ya no es invisible, como han querido hacerle durante más de 60 años.”

También intervino la biznieta de Trinidad Álvarez, que fue enterrada con “El Ino” 12 años después, a su muerte, en la entrada del cementerio para recibir el mismo “castigo” que el guerrillero, que ambos fueran “pisados” por todos “por rojos” sin lápida identificativa, según los testimonios recogidos durante la investigación. La biznieta, Laura, dijo que “es un honor que Trinidad Álvarez compartiera tierra con El Ino”. Los que dispusieron su enterramiento con “el rojo” –añadió- quisieron que fuera una afrenta, pero se equivocaron, poquísimas personas en el mundo acompañan en su tumba a un luchador por la libertad”.

A lo largo de dos días que han durado las excavaciones para exhumación e identificación de cuerpos, se han dado cita en Roturas familiares, vecinos, amigos llegados de fuera, luchadores antifranquistas y medios de comunicación de televisión, radio y prensa. Se han visitado los lugares de la montaña donde sucedieron los hechos y se he reconstruido toda la memoria del guerrillero tal como la Federación de Foros pretende con sus actuaciones.

Destacó la presencia del guerrillero Eulalio Barroso Escudero, “Carrete”, hermano de “El Mexicano” que salvó la vida en el mismo tiroteo donde “El Ino” murió. “Carrete” rememoró su lucha antifranquista con orgullo. También estuvo el combatiente republicanoGuillermo Galán, que con 98 años se desplazó al pueblo desde Sonseca para dar testimonio de la represión franquista que sufrió en sus carnes con cárcel.

El Homenaje fue presidido por las banderas de Federación Estatal de Foros por la Memoria, la tricolor de la República, y la del Partido Comunista de España, organización en la que militaba “El Ino”.

El acto lo cerraron el presidente de la Federación de Foros por la Memoria y el alcalde de Roturas. El presidente de la Federación, José María Pedreño, destacó que aún no se ha hecho justicia a las víctimas en este país y que “sin justicia no hay verdadera reconciliación”. Destacó también que los guerrilleros eran los últimos soldados de la republicay no han visto reconocidos sus derechos como en el resto de los países democráticos, y que la reparación no sólo deber ser moral sino llegar hasta sus últimas consecuencias. Por último, insistió en que “el fascismo no ha sido juzgado en España y que hay que acabar con la impunidad de los verdugos.

El alcalde de Roturas hizo un llamamiento a los de otras localidades de la región para que se comprometan seriamente en el rescate de todos los luchadores represaliados del franquismo que aún siguen en fosas comunes y desaparecidos.

El acto de homenaje se cerró con una ofrenda floral a ambas víctimas del franquismo, y con el canto por parte de los congregados de La Internacional, El Himno de Riego y el Himno del Guerrillero que compusieron el propio Ino junto con Carrete y el guerrillero llamado Risco.

MEMORIA.-

Victorino Pereda fue víctima de los disparos mortales de la Guardia Civil en 1945, desapareció entre el 11 y el 12 de noviembre de ese año y ha sido su propio nieto, Ángel Serrano Pereda, quien ha llevado a cabo una exhaustiva investigación que ha hecho posible la localización de sus restos en 2007 y la recuperación de su memoria. Su trabajo constituye la base sobre la que se realizó el rescate del olvido de este guerrillero el próximo sábado.

Cuando murió, “El Ino” tenía 33 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Era natural de Tormes (Burgos). Miembro del Partido Comunista de España (PCE), fue guardia de asalto republicano y sirvió a la República entre 1936 y 1939 combatiendo en el frente de Madrid como Comisario delegado de Compañía del Ejército de Tierra. Tras la Guerra se alistó en la guerrilla antifranquista y sirvió como enlace y delegado político del Guerrillero Carlos en la Agrupación Guerrillera de Cáceres. En la montaña cacereña formó parte de la división 13, comandada por Joaquín Ventas Cintas “Chaqueta Larga”. Su mujer, encarcelada posteriormente por sospechas de colaboración con los maquis, nunca recibió noticias del paradero de los restos de su marido, cuyo fallecimiento aún no está anotado en el Registro Civil de Cáceres.

La Federación Estatal de Foros por la Memoria viene llevando a cabo la recuperación de fosas de la represión franquista dentro del proceso global de recuperación de la Memoria Histórica y su trabajo no se limita a recuperar los restos de una persona sino que trata de reconstruir todo el proceso y ahondar en las causas que desembocaron en el suceso. Todo ello a través de un trabajo interdisciplinar en que participan diferentes equipos técnicos: historiadores, documentalistas, arqueólogos, abogados, antropólogos, psicólogos, técnicos de imagen, etc.

Se da la circunstancia de que uno de los asistentes a este acto de recuperación y homenaje fue el guerrillero Eulalio Barroso, “Carrete”, hermano del guerrillero, Alejandro Barroso Escudero, “El Mexicano” a quien, según el propio testimonio de este último, “El Ino” salvó la vida. Eulalio Barroso ha aportado también testimonios a la investigación y realizó un largo viaje para poder estar en Roturas el 21.



FUENTE: poesiasalvaje.org

Pinto

Gerardo Antón Garrido, "Pinto" de sobrenombre, fue uno de los guerrilleros antifranquistas que, a caballo entre la necesidad de sobrevivir a la represión y el entusiasmo por mantener los ideales de la derrotada II República, mantuvo la resistencia armada durante los años cuarenta en condiciones ciertamente de absoluta precariedad.

Este hombre del maquis extremeño, que al fin pudo salvarse refugiándose en Francia, es el protagonista de la obra, una novela basada en hechos reales, según declara el autor.

(...)

Pinto nace ( abril 1917) y se cría en Aceituna, municipio norcacereño próximo a Plasencia. Pertenece a una familia humilde, aunque con las necesidades básicas cubiertas, por lo que no hubo de sufrir el hambre que asolaba tantos hogares coetáneos. Recibe clases de un maestro que parece educado en los metódos de la Institución Libre de Enseñanza y se incorpora bien joven a la vida laboral.Llegada la República, se afilió al Partido Comunista, pero hace la guerra junto al ejército de los "nacionales", regresando a su pueblo al fin de la contienda. Son avatares que la obra dirime en un primer capítulo, que, como todos los siguientes, va alternando con recortes del ABC de los años cuarenta sobre la situación española. Tras dedicarse algún tiempo al estraperlo y al contrabando con Portugal, Pinto, buen conocedor de la sierra, sintiéndose amenazado por la gente de Falange, decide ingresar en la guerrilla. Entre ilusiones y contratiempos discurren aquellas aventuras, donde no faltarían actuaciones dramáticas, que la novela refiere a un ritmo lento y prosa eficaz, hasta el desenlace no por previsible menos doloroso : la muerte de los más y el exilio de los escasos supervivientes. A Pinto le sonríe esa fortuna amiga de los audaces y consigue escapar a Francia, donde vivirá fiel a sus ideas.


FUENTE: hoy.es

El Francés

LA MUERTE DE "EL FRANCES"
(Jefe de la 12 División de la 1ª Agrupación Guerrillera Extremadura-Centro)

Serradilla. 31 de julio de 1946.

Introducción / El encuentro / El lugar de su sepultura /La identificación de "El francés" /

Nota de prensa

Introducción.-
El 31 de julio de 1946 cae abatido en Serradilla uno de los más famosos guerrilleros que combatió al franquismo de la posguerra desde las sierras cacereñas. Se trataba del "maquis" Pedro José Marquino Monge (El Francés).

Sus dotes de organización y mando no fueron puestas en entredicho ni por sus guerrilleros ni por la propia Guardia Civil, para quien en la comarca era el "enemigo público nº 1".

Su persecución, sobre todo después de los sucesos de Mesas de Ibor (17 de abril de 1945), se hizo una constante entre las fuerzas de represión franquista. Guardia Civil, contrapartidas, somatenes armados, y delatores fueron cerrando el círculo en torno a este inteligente guerrillero y sus partidas hasta que una patrulla rural, compuesta por los números de la Guardia Civil destinados en Serradilla (4 guardias y Juan Martín Caldera, Cabo 1º comandante de puesto), previa la correspondiente delación, lo cercaron y dieron muerte.

Los Guardias Civiles fueron premiados por el hecho y "El Francés" fue enterrado como un bandolero, según terminología de la época, en el cementerio de Serradilla. Así era la guerra que continuaba en la sierra durante la posguerra civil.

Acababa así su lucha en la sierra [1]. Desde que aquel 19 de septiembre 1940 en que se fuga de la cárcel de Hinojosa del Duque (Córdoba), de donde era natural y donde se hallaba condenado a muerte, hasta el 31 de julio de 1946 en que la encontró en Serradilla, fueron muchas las acciones llevadas a cabo a la espera de una solución a aquella guerra que el franquismo quiso ocultar y que algunos, los "maquis", continuaban en espera de una solución que tardaría casi 40 años en llegar: el fin del régimen franquista.

No fue la suya una lucha solitaria. En las filas de la 12 División guerrillera de la Agrupación Extremadura-Centro que comandaba, se contaron varios guerrilleros serradillanos que tuvieron distinto fin: Emiliano Sánchez Mateos "encontrado", fue detenido en la sierra serradillana al poco de incorporarse a sus Partidas. Valentín García Real "gasolina", fue abatido por la guardia civil en Valdehúncar y al poco Leoncio Real Bejarano "silencio" o "sardina" en la guerrilla y "ratón" en Serradilla, se entregó en Navalmoral de la Mata.

Los guerrilleros no estuvieron solos. Una tupida red de colaboradores y enlaces se tejió en Serradilla en torno a la 12 División de "El Francés", pero los mismos tuvieron la misma suerte que los guerrilleros, cayendo en manos de las fuerzas de represión. El enlace Marciano Sánchez Martín "papilote" murió por disparos de la Guardia Civil en Villareal de San Carlos, y otros sufrieron varios años de prisión por colaborar con el "maquis".

El fin del activismo de todos los guerrilleros y enlaces serradillanos que mencionamos tuvo lugar durante 1946, año trágico para los "maquis" cacereños. La muerte, en septiembre de 1946, de Jesús Bayón González, "Comandante Carlos" [2], jefe de la Agrupación guerrillera Extremadura-Centro a la que pertenecía la 12 División de "El Francés", dió casi por finalizada la lucha guerrillera en el entorno.

Ahora, en el año 2001, se ha abierto el proceso de rehabilitación de estos "luchadores por la libertad". El 16 de mayo de 2001 el congreso de los Diputados, a propuesta de IU, aprobó la rehabilitación de los "maquis" atendiendo a una deuda histórica [3].

La Asociación Cultural "Tierra Viva" de Serradilla, en cuanto que su agreste término municipal fue lugar de dicha confrontación, ha decidido participar en el proceso de la rehabilitación. Y lo iniciamos por el final pues tiempo habrá de explicar el principio y el activismo guerrillero, labor de investigación en la que nos hallamos inmersos.

El encuentro.-
Quizás sea esta una de las cuestiones mas controvertidas dado que no contamos con testigos vivos que estuvieran presente en el hecho. No obstante en su día fue comentado el Serradilla el hecho y, quizás, de forma distorsionada, nos han llegado algunas referencias.

El día 29 de julio de 1946 - nos informa el guerrillero Gerardo Antón Garrido "Pinto" - abandoné la compañía de "El Francés" para dirigirme a Pozuelo de Zarzón. "El francés", en compañía de "el relojero", se dirige a recoger información a una estafeta en Serradilla [4]. Según los primeros testimonios recogidos en Serradilla (pendientes de confirmación), la posición de "El Francés" fue indicada a la Guardia Civil por "Lucio" y "El Pilfa", los cuales recibieron una gratificación de 30.000,-ptas cada uno. No obstante "Pinto" nos afirma que sus posiciones y movimientos fueron denunciados por el cabrero Eusebio Montero "el maqui", natural de Cabezabellosa.

Fuere como fuere lo cierto es que en la noche del 30 al 31 de julio de 1946 Pedro José Marquino Monge "El Francés" se hallaba en la Umbría de Peñafalcón (Cuarto de Entre Arroyos) de Serradilla, donde le dieron muerte, tras ser localizado por fuerzas de la Guardia Civil. Sobre las circunstancias en las que acaece la muerte de "El Francés" han existido versiones variadas, que resumimos del siguiente modo:

El encuentro se produce en una situación en que tanto los guerrilleros como los guardias civiles estaban presos del miedo. Los maquis vieron primero a los guardias civiles, pero, aún teniéndolos a tiro, no dispararon al pensar que podía haber mas Guardias Civiles (así lo informó "Durruti" en su detención llevada a cabo el mismo día). La sensación de los maquis era que estaban rodeados, algo que relativamente era cierto, pero por pocos números de la Benemérita, por lo que, de haberlo sabido, hubieran podido intentar la fuga. Al primer disparo el guardia civil Fernando Canelo salió huyendo en dirección a la barca de "peseta", en la desembocadura del arroyo Barbaón, perdiendo en su huida una bota que no volvió a buscar. En la refriega hubo cruce de disparos y algunas versiones apuntan que también se tiraron bombas de mano que produjeron un pequeño incendio.

En el tiroteo "El Francés" - dicen otros - fue herido de un primer disparo y, no pudiéndose mover, pidió auxilio a los guardias civiles, indicándoles que se entregaba sin resistencia (algo prohibido por el código guerrillero), pero los guardias civiles no se atrevieron a acercarse hasta el amanecer, hallándolo muerto, desangrado, con una pistola montada y en posición de disparo en sus manos. Otros dicen que tenía un fusil ametrallador. Su posterior traslado a Serradilla, al amanecer, se produjo a lomos de un mulo tomado prestado de una de las fincas privadas sitas en las inmediaciones, cuestión en la que coinciden todos los testimonios.

Lo que no hay duda en todas las versiones es que participaron todos los números del puesto de la Guardia Civil de Serradilla: El Cabo 1º, comandante de puesto, Juan Martín Caldera, y los Guardias Civiles Francisco Canelo Rodríguez, Antonio "el gallego" y otros dos más que aún no hemos podido identificar.

Tras el hecho del abatimiento la Guardia Civil de Serradilla, dirigiéndolo al Juez Municipal de Serradilla, hace el siguiente informe extractado con el objeto de proceder a la inscripción de la defunción [5]:

"Como consecuencia de un encuentro sostenido en la madrugada de hoy por fuerzas de la Guardia Civil de este Puesto con un peligroso bandolero de la sierra en el sitio de Peña Falcón, el cual fue capturado muerto por la fuerza, espero merecer de V. me autorice para dar enterramiento del cadáver en el cementerio del Depósito de esta localidad.

Dios Guarde a V. muchos años.

Serradilla 31 de julio de 1946.

El Capitán Juez Instructor.

(Consta la firma y rúbrica de José .(ilegible). Alemán).



Al margen, en letra manuscrita con pluma, consta la anotación de "Pedro (a) "Francés" de Villanueva del Terrible (Córdoba) [6].

Jesús Martín Caldera, Cabo 1º Comandante de puesto de Serradilla, participe en el hecho del abatimiento del "bandolero", lo puso en conocimiento de sus superiores de forma inmediata, motivando el desplazamiento a Serradilla, en el mismo día, del referido Capitán Juez instructor, que instruye las correspondientes diligencias. Al Cabo 1º, por su participación en el hecho, parece ser le fue concedida medalla al mérito militar, con distintivo blanco, con aumento de sueldo.

El día 1 de agosto, conforme a los anteriores datos y por orden del Capitán Juez Instructor indicado, portando el oficio el guardia civil Francisco Canelo Rodríguez (así se hace constar en la certificación de defunción), se procedía a inscribir en el libro de defunciones de Serradilla (folio 11) a Pedro (a) Francés. Firman el acta el Juez de Paz, Pedro Sánchez Mateos, el secretario, Abundio Blázquez Sánchez y los testigos Julián Díaz Garrudo y Teodoro García Antón [7].

En cuando a los datos de filiación y demás circunstancias hechos constar se indica, de 32 años de edad aproximadamente (realmente tenía 33), cuyos demás datos se ignoran, natural de Villanueva del Terrible (Córdoba), que falleció en Umbría de Peña Falcón el día de ayer, de madrugada, a consecuencia de traumatismo según resulta de autopsia [8].

El oficio por el que se ordenada la inscripción iba acompañado de otro certificativo, el de autopsia, igualmente dirigido al Juez de Paz de Serradilla. El mismo dice así [9]:

DON FRANCISCO HERNANDEZ HERNANDEZ, LICENCIADO EN MEDICINA Y CIRUGIA CON EJERCICIO EN SERRADILLA, MÉDICO TITULAR DE LA MISMA.

CERTIFICO: Que según se desprende de la autopsia practicada en el día de hoy a un individuo hallado en el sitio denominado Peña Falcón de este término, conocido por el bandolero de la Sierra Pedro (a) "FRANCES" sin apellidos conocidos, murió a consecuencia de los tiros que recibió en su cuerpo por el dictamen de autopsia.

Y para que conste a los efectos en el registro civil correspondiente, se extiende el presente en Serradilla a treinta y uno de julio del año mil novecientos cuarenta y seis.

Pese a que en su certificado de defunción constaba como causa de la muerte la de "traumatismo", lo que nos hizo presumir que pudiera haber sido por alguna paliza, despeñamiento o similar, lo cierto es que murió por varios disparos de arma de fuego (tiros - se dice -, en plural).

Diversos testimonios recogidos nos confirman que el mismo llegó hasta el cementerio trasladado a lomos de un mulo, entre dos sacos de paja. Fue sepultado por Simón, el pregonero y enterrador, en tierra y tan solo envuelto en una sábana. Todos los testigos quedaron impresionados por las condiciones en que se llevó a cabo dicho enterramiento [10].

El lugar de su sepultura.-
Respecto del lugar donde se le dio sepultura, en el anverso del certificado de autopsia antes aludido, y escrito con distinta máquina de escribir, leemos:

"NOTA.- El cadáver a que se refiere esta certificación ha sido sepultado en el Cementerio Sur de esta Villa en la Fosa nº 186 del mismo, a la profundidad de 1,25 mts. y distante de la pared Norte 7,50 mts.; de la del Sur 35 mts.; de la del Este 8,30 mts y de la del Oeste 24 mts."

En la inscripción de defunción también se hizo constar la fosa nº 186 del cementerio Sur.

En virtud de estos datos, lo suficientemente ilustrativos al establecer las coordenadas exactas del enterramiento, decidimos comprobar si dicha tumba aún existe en el Cementerio Municipal. A tal efecto, varios miembros de la Asociación Cultural "Tierra Viva" comparecieron, levantando la siguiente:

ACTA DE COMPROBACION

"Siendo las 14 horas del día 4 de noviembre de 2001, se constituyen en el cementerio municipal de Serradilla Alipio Barbero Antón, Carlos Jesús Martín Díaz, Santiago Cobos Díaz, Francisco Javier Cobos Gómez, socios de la Asociación Cultural "Tierra Viva", y los invitados al efecto José María Jiménez Díaz y Angel Martín Martín.

Seguidamente proceden a dirigirse al "Cementerio Sur", denominación que recibe el patio del cementerio existente a la derecha del pasillo de entrada, y que mira hacia el mediodía, con el objeto de verificar sobre el terreno los datos sobre el lugar de enterramiento del conocido como PEDRO DÍAZ MONGE (a) Francés.

En el patio se comprueba que se conservan algunas losas de suelo dispersas, distribuidas uniformemente en lo que en su día debió ser una organización de tumbas en cuadrícula dado que las que se aprecian a simple vista, pese a su dispersión, siguen una alineación horizontal y vertical respecto de otras mas separadas. Algunas de ellas se hallan numeradas en la parte posterior de las piedras o mojones que sirven de cabecero a la tumba, no hallándose ninguna reseñada con el número 186.

Inmediatamente se procede a la medición del ancho del patio del cementerio, resultando con una distancia total entre la vertical de los nichos de la parte este o saliente y los del oeste o poniente de 32,30 metros, confirmando la anotación documental de la que nos servimos.

Posteriormente, y sin eliminar la cinta métrica de medición del ancho, procedemos, formando ángulo recto, a tomar la medida de 7,5 metros desde la línea vertical de los nichos de la parte Norte de dicho cementerio, en dirección hacia el Sur, haciéndolo coincidir con la distancia de 8,30 metros indicados en la anotación documental base. No podemos constatar la medición desde la pared Sur por constarnos, por publicidad y notoriedad, que el cementerio ha sufrido dos ampliaciones en dicha dirección, derruyéndose dicha pared y reconstruyéndose de nuevo a mayor distancia.

Las coordenadas indicadas nos confirma un punto que se corresponde con el cabecero de lo que puede ser una tumba, orientada de Este (cabecero) a Oeste (piecero), siguiendo una horizontalidad y verticalidad absoluta respecto de otras tumbas mas alejadas.

Se halla la misma en la segunda línea de enterramiento, a la izquierda, según se entra en el patio, del paseo central asfaltado. Mirando de frente hacia la misma desde dicho paseo central, y en primera línea de enterramiento, se halla, a izquierda, una tumba con losa (creemos leer 198), sin nombre, y a derecha un panteón familiar.

La tumba localizada no tiene ninguna reseña o marca en el cabecero, ni presente losa de cobertura. La deducción es que, tal como indican los testimonios, el enterramiento del cuerpo se produjo directamente sobre la propia tierra, siendo cubierto por ésta.

Podemos igualmente apreciar, como túmulo de la tumba, una leve, casi inapreciable, elevación de la tierra sobre lo que puede ser la extensión de la misma. Dicho túmulo parece haber sido amortiguado por el paso del tiempo (55 años) y sucesivas nivelaciones del terreno. No existen hundimientos.

Y sin mas datos que constatar, se levanta la presente acta que suscriben los comparecientes, tomándose dos fotografías y realizándose un croquis del lugar".

La identificación de "El Francés".-
Como tuvimos ocasión de apuntar, al momento de su enterramiento Pedro (a) "Francés" no se hallaba verdaderamente identificado, por lo que las gestiones de la Guardia Civil tendentes a conocer los datos de filiación prosiguieron durante todo un año. En tal sentido, mas de un año después, se recibió un nuevo oficio en el Registro Civil de Serradilla que indicaba [11]:

"A los efectos de inscripción en el registro de defunciones de ese Juzgado de su cargo que tenga a bien acordar, me complazco en participarle que como resultado de las gestiones que se venían practicando por esta Comandancia, para venir en conocimiento de la filiación del bandolero apodado "Francés", muerto por fuerza de esta Unidad al sitio "Peña Falcón", de ese término municipal el día 31 de julio de 1946, se ha podido averiguar es PEDRO DIAZ MONGE (a) "Reprecioso", natural de Hinojosa del Duque (Córdoba), de estado soltero, nació el 29 de junio de 1913, hijo de Miguel y Leoncia, el que, por las fotografías que del mismo fueron remitidas, fue reconocido por sus familiares y personas que lo conocían con anterioridad.

Dios Guarde a V. muchos años.

Cáceres 12 de Agosto de 1947.

Lo suscribe el comandante Antonio González Medina, primer jefe accidental de la Jefatura de la 106 Comandancia de la Guardia Civil.

En virtud del mismo se procedió a llevar a cabo una segunda inscripción de defunción (folio 82), anulando la anterior (folio 11). La misma tuvo lugar el 13 de agosto de 1947, siendo inscrito con los datos indicados en el anterior oficio [12].

Sin embargo hemos podido confirmar que esta identificación no fue correcta. Solicitada una certificación de nacimiento al Registro Civil de Hinojosa del Duque la misma nos confirma los siguientes datos de filiación [13]:

PEDRO JOSE MARQUINO MONGE. Nacido en Hinojosa del Duque (Córdoba) a las 22 horas del día 29 de junio de 1913 (inscrito el día 30). Hijo de Miguel Marquino Peñalta, jornalero, y de Leoncia Monge Murillo, naturales ambos de la misma localidad, domiciliados en la calle Tintes, nº 31.

Queda así finalmente identificado con el verdadero nombre de PEDRO JOSE MARQUINO MONGE (a) El Francés.

Pero ¿por qué se le conoció e identificó como Pedro Díaz?. La razón, parece ser, la hallamos en la guerra civil. Durante la guerra civil Pedro, al igual que su hermano Manuel, luchó con el Ejercito de la República, perteneciendo en los primeros momentos a la columna comunista "José Díaz", nombre del secretario del PCE. Posteriormente, encuadrado en el ejercito regular de la República, fue ascendido al grado de teniente. Por ello pudo utilizar el apellido Díaz, acorde a su filiación política y sus comienzos militares.

Fuere como fuere con el apellido DIAZ era conocido por los guerrilleros que lucharon junto al mismo después de la guerra civil, en la sierra, y así lo indicaron todos sus delatores. Su uso, que trascendió en menores ocasiones que su apodo de "El Francés", se debió a la práctica habitual de intentar ocultar su verdadera filiación con el objeto que, de ser apresado, no pudieran ser identificados y represaliados sus familiares.

Pedro José Marquino Monje "Francés" también era conocido como el apodo de "Reprecioso", el cual - hemos confirmado testimonialmente con sus familiares - se corresponde con el apodo familiar de su familia en Hinojosa del Duque (Córdoba), al igual que "Pajarito de los ruedos". Su madre, ya fallecida, tuvo conocimiento a través de la Guardia Civil de su muerte en 1947, pero, aquejada de diversas dolencias, nunca fue a ver su tumba. Llevaba sin verlo desde que marchó al frente al comienzo de la guerra civil [14].

A partir de este momento nuestras investigaciones de dirigen en los siguientes frentes:

· Localización de datos en torno a los guerrilleros o enlaces serradillanos que combatieron o colaboraron con las Partidas de "El Francés".

· Obtención del historial militar de los Guardias Civiles que intervienen en el hecho de su muerte a fin de comprobar destinos, condecoraciones, etc.

· Localización de informes policiales y expediente instruido por su muerte (incluidas las fotografías que se dicen existir).

ALIPIO BARBERO ANTON

A.C. "TIERRA VIVA"

Gabjuridico@jazzfree.com


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El Francés (artículo)
NOTA DE PRENSA.
El pasado día 13 de noviembre de 2001, y con el objeto de visitar la tumba de "El Francés", acompañados del socio de "Tierra Viva" Santiago Cobos Díaz, comparecieron en Serradilla el exmaquis Gerardo Antón Garrido "Pinto", que fue jefe de una Partida guerrillera de "El Francés", residente en Cáceres, así como los madrileños Andrés Torrico y Alberto LLorente, socios de la Asociación Guerra y Exilio (AGE), los cuales tomaron diversas fotos y filmaron el acto con el objeto de hacer en su día un documental.

En el cementerio tuvieron un pequeño y sentido homenaje, marcando la tumba donde se hallan sus restos, sobre la que fue puesta una pequeña placa conmemorativa que dice:

Aquí yace PEDRO JOSE MARQUINO MONGE

Guerrillero antifranquista

(29/6/1913 - 31/7/1946)

"Mañana cuando yo muera / no me vayáis a llorar /ni me busquéis bajo tierra /soy viento de libertad".


Posteriormente visitaron varios lugares de Serradilla con el objeto de "refrescar" la memoria del guerrillero "Pinto", que combatió junto con "El Francés".


SEGUIREMOS INFORMANDO.

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[1] Pedro José Marquino Monge se había incorporado desde los primeros momentos de la guerra civil a las columnas comunistas en defensa de la República. Gran parte de la guerra estuvo en el Frente de Madrid, siendo ascendido al grado de teniente por méritos de guerra. Al finalizar la guerra regresó a su pueblo natal, Hinojosa del Duque (Córdoba), ingresando inmediatamente en la cárcel local (antiguo convento de Carmelitas), de donde se fugó en otoño de 1940. No conseguido ver a sus familiares desde su vuelta de la guerra, ni tampoco se puso en contacto con los mismos en sus seis años de la sierra.

[2] Jesús Bayón González "Comandante Carlos", secretario del Comité Central del Partido Comunista y Jefe de la 1ª División guerrillera Extremadura-Centro, se suicidó junto a Manuel Tabernero Antona "Lyón", Jefe de Estado Mayor de la Agrupación, según ordenaba el código guerrillero, para no caer en manos de la dictadura. Ocurrió durante el llamado Gran desastre de Talavera de la Reina (Toledo), en septiembre del 46.

[3] "Los maquis no fueron bandoleros. Rehabilitados. Ni bandoleros ni malhechores. Ellos fueron la única resistencia armada contra Franco después de la victoria de los militares sublevados contra la República, y sus vidas (en muchos casos, sus muertes a sangre y fuego) y obra representan la tragedia del maquis y la guerrilla en la posguerra. Convertidos en «la oposición más seria al régimen de Franco», según el prestigioso hispanista Paul Preston, vertebraron un auténtico movimiento de resistencia antifascista que sobrevivió más de una década al fin de la Guerra Civil. Luego, a los supervivientes les sobrevino el exilio y el olvido". Así se relataba la noticia en el nº 292 (20/5/01) del periódico EL MUNDO.

[4] Las "estafetas" eran puntos donde los enlaces depositaban información, comida, enseres, …. Podía tratarse del tronco de un árbol, un hueco en una pared, una canchera. Se tiene conocimiento que en la desembocadura del arroyo "Malvecino", en su margen izquierda (derecha del río Tajo), existió una. Hasta las posiciones de las estafetas, dada la vitalidad de la información que de aquellas se recibía, solo llegaban los hombres de mas confianza, impidiéndoselo a los últimos llegados a la sierra o a aquellos que por algún motivo generaran alguna desconfianza.

[5] Archivo Registro Civil de Serradilla (ARCS). Legajo de certificaciones médicas de defunción. En el margen superior izquierdo consta un sello con el escudo franquista que dice: "106 Comandancia de la Guardia Civil. Rural. Puesto de Serradilla".

[6] Con el nombre de Villanueva del Terrible no existe ni ha existido ninguna población en la provincia de Córdoba.

[7] Teodoro García Antón era un veterano Caballero Mutilado por heridas recibidas en la guerra civil, al que la Comisión Inspectora Provincial de Mutilado de Guerra había nombrado encargado del teléfono municipal (27 de febrero de 1939) y el anejo de recaudador de arbitrios municipales (15 de abril de 1939). Salvo Julián Díaz Garrudo, todos han fallecido (noviembre 2001).

[8] ARCS. Libro de defunciones. Tomo 40. Folio 11.

[9] ARCS. Legajo de certificaciones médicas de defunción. El mismo esta confeccionado con la misma máquina de escribir que el realizado por la Guardia Civil, hecho que se aprecia al tener dicha máquina un defecto en la letra "e" que presenta una mayor altura a la línea del resto de la escritura.

[10] Florencio Sánchez Ropero, que entonces contaba con 18 años, nos ofrece el siguiente testimonio (noviembre/01): "Un grupo de unos 14 o 15 chicos entre los 17 y 20 años nos encontrábamos al frescor de la vega del estanquillo, lugar frecuentado en los atardeceres del verano, cuando pasó la comitiva que iba al cementerio. Llevaban un mulo con dos sacos de paja, entre los cuales iba un cuerpo. Alguno de los presentes dijo - ya llevan al rojo muerto - y todos, salvo yo y los hermanos Francisco y Arsenio "coguta", se fueron al cementerio a ver el entierro. Al regresar algunos de los que fueron dijeron que aquella noche no podrían dormir de la impresión que les había causado el haber sido enterrado sin caja, tirándole tierra encima". Mª Josefa Mateos Martín nos indicó (mayo/01): "Yo tenía 15 o 16 años y, aunque nos prohibieron acercarnos, la curiosidad hizo que diéramos varias amigas en el cementerio. Al "Francés" lo enterraron en la tierra, envuelto en una manta, echándole tierra encima. Quedé muy impresionada al ver la forma en que lo enterraron y varios días estuve soñándome".

[11] ARCS. Legajo de certificaciones médicas de defunción. Consta en la parte superior izquierda un sello, con el escudo franquista, que dice: "106 Comandancia de la Guardia Civil. Jefatura. Puesto de Mando". Consta con registro de entrada 432 de 13 de agosto de 1947.

[12] ARCS. Libro de defunciones. Tomo 40. Folio 82. Se añade en dicho acta que se inscribía conforme el art. 83 de la Ley del Registro Civil y al tenor de la identificación llevada a cabo por la indicada 106 Comandancia de la Guardia Civil. Las personas que intervienen en esta segunda inscripción de defunción (Juez de Paz, Secretario y testigos) eran los mismos que en la primera, salvo el testigo Teodoro García Antón, que es sustituido por el funcionario municipal Ezequiel García Morales.

[13] ARC Hinojosa del Duque (Córdoba). Libro de nacimientos. Inscrito al tomo 39, folio 479, Sección 1ª. Al margen de dicho certificado de nacimiento consta la siguiente anotación: falleció el día 31 de julio de 1946 en el sitio Peña Falcón según consta del oficio del Sr. Juez de Paz de Serradilla (Cáceres) en el tomo 40, folio 82. Hinojosa del Duque, 26 de agosto de 1947.

[14] Actualmente hemos podido identificar a los siguientes familiares vivos, hermanos todos ellos de Pedro José: Adelaida Marquino Monge (nacida en 1915), Manuel Marquino Monge (nacido el 12/4/1918). C/ Jeréz y Caballero, nº 26. Hinojosa del Duque (Córdoba). Tf. 957.14.07.15 y Andrés Juán Marquino Monge (nacido en 1929). C/ Cervantes, nº 36. Hinojosa del Duque (Córdoba). Tf. 957.14.12.04.


Luis García




FUENTE: Serradilla

Los Niños de la Noche

Se llamó de esta forma a los guerrilleros encuadrados en plena guerra civil en el XIV cuerpo de guerrilleros del ejercito de la republica que actuaban por la noche infiltrandose en las lineas enemigas para hacer sabotajes.

(...) Al parecer el proyecto de ese cuerpo militar había sido aprobado por Largo Caballero y revocado luego por Prieto, aunque después sería repuesto y cobraría auge.

En el proyecto inicial, Coello pedía para cada compañía guerrillera abundante material moderno y automático, explosivos (dinamita y trilita), pistolas calibre “Parabellum” y pistolas ametralladoras del tipo Mauser.


(...) La República Española fue el primer pais en la historia militar moderna en incorporar comandos guerrilleros en un ejército regular. La industria de Hollywood más tarde se apropiaría de esta innovación militar, como muchas otras que se crearon en la vieja Europa durante la 2a Guerra Mundial.

El SIFNE comunicó a Burgos el 8-7-37 desde su base francesa en Biarritz que, según una persona que había estado en contacto con el Estado Mayor gubernamental en Valencia, el Gobierno de la República destinaba mensualmente 200.000 pesetas para fomentar el desorden en zona enemiga.

(...) los integrantes del “Batallón de Guerrilleros”, debían, además, difundir el descontento, practicar el sabotaje, proceder a la destrucción de vías férreas, dar golpes de mano y atentar contra ciertos personajes. En suma, todo un plan de actividades más o menos parecidas a lo que más tarde, ya durante la Segunda Guerra Mundial, tomaría el nombre de “comandos” o los Boinas Verdes USA en Vietnam.

(...) Cada sección elegía a su jefe, que a su vez se dividía en 3 grupos de 5 hombres que elegían a sus respectivos jefes, todos ellos bajo el mando del jefe de Sección. Sus insignias eran una estrella roja en el hombro izquierdo y una calavera con dos tibias en el derecho.

Discretos y autónomos, pero indomables
Según la ex-guerrillera Elizaveta Parshina, su fama de indomables venía precedida por un acusadísimo espíritu de cuerpo, como era lógico en ese tipo de unidades, en el que la convivencia en peligro permanente y la dependencia mutua eran tan estrechos que p.ej., el dejar un compañero atrás en manos del enemigo era algo inimaginable.

Coincidiendo con "Mexicano" afirmaba que sus mandos debían ser aprobados previamente por los miembros de la unidad, poseer un gran carisma, experiencia de combate, arrojo probados para poder ganarse el respeto y la total entrega de sus hombres.

¿Publicidad? No, gracias
Los miembros del XIV Cuerpo huían de los corresponsales de guerra como de la peste, evitando todo protagonismo o contacto con los periodistas, por lo que es muy dificil encontrar documentación gráfica de la época.

Hacían su propia vida "en comuna", con sus propios servicios (Cocina, lavanderia, armería etc) y sus miembros tenían un marcado carácter independiente, haciendo una vida al margen del ejército regular, que a veces rayaba en la indisciplina. Cada unidad elegía su propio jefe según su habilidad, astucia y valor demostrados en las misiones.

Jerarquía democrática
En estas unidades no cabían los jefes enviados "desde arriba", ni siquiera por influencia política o partidista. Era la vida del grupo lo que estaba en juego y el liderazgo se lo tenían que trabajar y demostrar a pulso. Esta tradición de jerarquía seguría vigente en la guerrilla antifranquista tras la guerra civil, en la mayoría de las Agrupaciones, y donde no se respetó, o el jefe o la partida duraban muy poco.

(...) Una vez realizada una operación, los "Niños de la Noche" desaparecían como por ensalmo, rehuyendo todo reconocimiento personal. Según nos contaba Marcelino Díaz, uno de los presos republicanos asturianos rescatados en la operacion de Fuerte Carchuna en 1938, los guerrilleros que realizaron la operación ni siquiera se dieron a conocer entre sus liberados, simplemente les sacaron "del infierno" -como diría el tte. coronel José maría Galán, y se esfumaron, una vez que comprobaron que los presos ya estaban a salvo en las lineas republicanas.

(...) El peor enemigo de los guerrilleros fue siempre -y sobre todo en la posguerra- la Guardia Civil. Su mejor aliado, la población civil y el campesinado, y además de la noche, la foresta, la niebla y el monte. Otro aliado, sería la adecuada vestimenta y su propio equipo personal del que se eliminaba todo lo superfluo, pesado o ruidoso para el desenvolvimiento de sus operaciones con todo sigilo que les permitiese pasar desapercibidos.

Acerca de la actuación de los guerrilleros en Extremadura, existe un documento con un organigrama que puede ser orientativo:






De todas las tendencias políticas

Según el SIFNE y SIPM, cada división contaba con varias brigadas, y éstas, a su vez, mantenían en pie cada una de ellas a unos 140-150 combatientes o guerrilleros, mandados por un capitán de milicias. Estos guerrilleros procedían de la masa de evadidos o de los propios milicianos que se incorporaban como voluntarios a tales unidades.

Si predominaban o no en estas unidades los individuos de convicciones marxistas es cosa que no puede asegurarse. Más bien nos inclinamos a pensar que figuraban en estas unidades individuos de todas las tendencias políticas e incluso apolíticos.

Los grupos destinados a labores de sabotaje se componían, de ordinario, de 5 o 6 miembros y un sargento responsable. En cuanto a la retribución, sabemos que además de las 10 pesetas diarias -sueldo de todo miliciano del EPR-, percibían un plus suplementario, como ocurría con los integrantes del SIEP.

Ingreso y entrenamiento
Antes de ingresar en estas brigadas a los aspirantes se les recogía toda la documentación personal y se les instruía con clases de teoría y práctica; y entre la gama de instrucciones para operar infiltrándose en campo contrario, figuraba la de evitar siempre el directo enfrentamiento con patrullas armadas del enemigo y de que antes debían dejarse matar o suicidarse para no ser capturados con vida.

Durante el entrenamiento -solía durar 30 dias aprox. aunque era intenso y durísimo- recibían muy buena alimentación, superior a la habitual en el EPR, en el que las jornadas eran agotadoras.

FUENTE:
paisajes de la guerrilla