Ino, el rojo

62 años pisando la tumba del maquis
El cura, por si el guerrillero fuese católico, dijo que había que enterrarlo. Pero no en cualquier sitio: en la puerta del cementerio para que todo el mundo pudiese "pisar la tumba del rojo" de por vida, tal y consta en el libro de muertos de la parroquia.
Aquí está mi padre, ya no es invisible, como han querido hacerle durante más de 60 años.


62 años pisando la tumba del maquis
Ino fue enterrado a la entrada del cementerio por decisión del cura para que todos pudieran "pisar la tumba del rojo"

El País
JAVIER LAFUENTE - Roturas de Cabañas - 23/07/2007

Los susurros no traen buenos recuerdos a Ángel Serrano. Este sociólogo madrileño de 36 años los relaciona con su infancia, con cómo se hablaba en casa de uno de sus abuelos, Victorino Pereda, Ino. No toda la familia quería que el nieto se sintiera orgulloso de tener un ascendente comunista y guerrillero, de quien se dejó de tener noticias en el otoño de 1945. Durante muchos años, Ángel sólo tuvo dos abuelas y un abuelo, que murió de enfermedad.

Hasta hoy casi nadie sabía en Roturas de Cabañas dónde estaba el cadáver de Victorino
La hija y el nieto del guerrillero participaron este fin de semana en la exhumación de sus restos

La emboscada de la Guardia Civil en la sierra de Villuercas (Cáceres), la noche del 11 de noviembre de 1945, no sólo acabó con la vida de Ino. La diadema de disparos que le dibujaron alrededor del pecho le volvieron invisible durante 62 años, el tiempo que ha transcurrido hasta que este fin de semana sus restos fueron rescatados de una fosa sin nombre.

Hacia las 10 de aquella fatídica noche. bajo una copiosa lluvia y envueltos en una niebla baja y espesa, Ino se encaminó, junto al también maquis, Alejandro Barroso, Mexicano, hacia una majada, oculta en la montaña. Buscaban algo de comida con la que poder saciar su hambre y la de los compañeros de guerrilla. El estómago vacío era una seña de identidad de los señores de la sierra, como se les conocía en los pueblos de la zona. Solían ser bien recibidos. Se les daba comida y un tiempo de margen para que pudieran escapar. Después, se alertaba a los agentes a de la presencia de bandoleros. El miedo a las represalias pesaba mucho.

Aquella noche de noviembre las cosas no salieron como de costumbre. La Guardia Civil había rodeado la majada. Ino esperaba en la puerta. Cuando Mexicano entró, todo estaba a oscuras. Los dueños les dijeron que se iban a acostar, aunque fuese temprano. Mexicano encendió entonces un fósforo y vio en una esquina a un guardia, que abrió fuego contra Ino sin previo aviso. De forma asombrosa, Mexicano escapó. El mosquetón de su compañero y amigo, de un solo disparo, no pudo hacer frente a las metralletas de los agentes. Todavía hoy se puede ver en la puerta de entrada a la majada una hilera de orificios provocados por disparos de bala.

El cuerpo de Ino fue velado en las escuelas de Roturas de Cabañas, un pequeño pueblo de la sierra en el que hoy viven 350 personas. Nadie sabía qué hacer con el cadáver. Muchos pidieron prenderle fuego. El cura, por si el guerrillero fuese católico, dijo que había que enterrarlo. Pero no en cualquier sitio: en la puerta del cementerio para que todo el mundo pudiese "pisar la tumba del rojo" de por vida, tal y consta en el libro de muertos de la parroquia.

Toda esta reconstrucción no ha sido posible hasta este año. Han pasado más de 60 sin que nadie supiese cómo había muerto ni dónde estaba enterrado Ino.

A Encarnación, su mujer, le llegaron a decir que huyó a Francia y le había abandonado. Pero no tenía sentido. "Mi madre siempre me dijo que tenía que estar orgullosa de él, que si había resistido durante la Guerra Civil no se iba a ir diez años después", explicaba el pasado sábado Beatriz, la hija a la que el maquis no llegó a conocer, en Roturas, a escasos metros de donde yacían los restos de su padre, pocos minutos después de que se iniciase la exhumación del cadáver.

Fue en enero de este año cuando Ángel le hizo una promesa a su madre: "Voy a encontrar a tu padre, al invisible". La idea le venía rondando la cabeza desde hacía tiempo. Sabía que su abuelo, miembro del PCE y guardia de asalto republicano, se había alistado en la guerrilla antifranquista cuando terminó la guerra. Servía de enlace y delegado político entre Madrid y Cáceres, así que hacia allá se desplazó. Aunque la ayuda de las administraciones no fue todo lo buena que esperaba, el proceso de investigación ha sido rápido. Dos profesores de la Universidad de Extremadura le aconsejaron que visitara los pueblos de la sierra de Ibores, por donde se solían mover los guerrilleros. En Roturas, casi todos los vecinos habían oído la historia de Ino, pero nadie había dicho una palabra durante años, "sobre todo la gente de izquierdas", explicaba Ángel. Y ya se sabe que lo que no se habla no existe. "En cuanto localicé el pueblo, todo fue más fácil", recuerda el sociólogo reconvertido en investigador, que un día pudo por fin llamar a su madre y decirle: "He encontrado al invisible".

El nieto de Ino se puso en contacto con el Foro por la Memoria para comenzar las labores de exhumación de los restos de su abuelo. Un equipo de arqueólogos, abogados, voluntarios, una psicóloga y cámaras de televisión se desplazaron el sábado hacia Roturas. El alcalde, Julio García, bisnieto de los dueños de la majada donde murió Ino, puso todas las facilidades al equipo.

En el pueblo, Beatriz confesaba que ha vivido siempre intrigada por dónde pudiera estar su padre. Su hijo le regalaba cualquier libro en el que se le hiciese referencia. Desde que Ángel comenzó la investigación, los nervios han ido a más. El sábado, Beatriz estaba como un flan. No había quien pudiera calmarla: "¿Y si no aparecen los restos? ¿Y si mi padre no está enterrado aquí?", repetía constantemente.

Aunque el trabajo documental era bastante sólido, las labores de exhumación no fueron sencillas. El cementerio está en cuesta y en un primer momento aparecieron todo tipo de restos. Había otra dificultad. Hace apenas un mes, Elisa, una vecina de Roturas, cuando supo que se iba a exhumar a Ino, confesó que su madre, Trinidad Álvarez, estaba enterrada sobre él. Había muerto de forma natural en los años 50 pero, al ser una mujer de izquierdas, el cura quiso que también fuera pisoteada eternamente. Elisa había callado todo este tiempo por el qué dirán. El ancestral miedo de los pueblos pequeños.

Conforme pasaban las horas, la incertidumbre y el sol abrasador se apoderaban del ambiente. Entre todos los vecinos que se acercaron al cementerio, estaba Saturio, Satur. Tenía poco más de 15 años cuando mataron a Ino. Recuerda que fue un domingo porque "había ido al baile". Rápidamente tuvo que subir a la majada con el médico. "Nos dijeron que había habido un enfrentamiento entre bandoleros y la Guardia Civil". Allí vio el cadáver de Ino. "Era muy fuerte, con muñecas como remos".

Uno de las personas que mejor recuerda cómo era el guerrillero muerto, además de Mexicano, que vive en Francia y no pudo asistir a la exhumación por motivos de salud, era el hermano de éste, Eulalio Barroso, Carrete.

A sus 80 años, guarda una mente muy lúcida; estuvo de pie todo el día, contándole a todo el mundo el recuerdo que tenía de Ino: "Era una persona con mucho conocimiento de la estrategia; además, como tenía 33 años, era como un profesor para nosotros, siempre que podía nos aleccionaba de alguna manera".

A última hora de la tarde del sábado, después de casi 12 horas de trabajo y especulaciones, el equipo de arqueólogos limpiaba la fosa levantada en la entrada del cementerio. Dentro de ella se podían ver los huesos de dos individuos. A falta de la prueba de ADN, los arqueólogos aseguraban que se trataba de los restos óseos de una mujer y de un adulto de constitución fuerte.




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Foro por la Memoria: Hoy se ha realizado un acto de homenaje al guerrillero antifranquista Victorino Pereda, “El Ino” y a Trinidad Álvarez, quien compartía tierra con él en la entrada del cementerio de Roturas del Cabañas (Cáceres). Los restos mortales del guerrillero fueron rescatados a última hora de la tarde de ayer por sus familiares y la Federación Estatal de Foros por la Memoria, en estrecha colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, cuyo alcalde,Julio García se ha volcado con esta recuperación y se ha comprometido a homenajear a todos los luchadores antifranquistas, una vez se recuperen los restos de los que permanecen aún en fosas comunes. Asimismo este Ayuntamiento dedicará una placa conmemorativa a las víctimas del franquismo en la plaza del Ayuntamiento.

Durante el acto de homenaje, el nieto de “El Ino”, Ángel Serrano, tras los agradecimientos, subrayó la importancia de este acto para recuperar la memoria de su abuelo y sobre todo, que se trataba de un acto reivindicativo “con el que la sociedad española también recupera parte de la dignidad perdida al dejar en la invisibilidad durante tanto tiempo a las víctimas que perecieron por defender la legalidad democrática vigente existente y truncada por el golpe de Estado del 36”. En este sentido criticó con contundencia “la tergiversación que se ha hecho durante la transición y hasta ahora de todo lo ocurrido en España, tapando la verdad”. Y criticó el proyecto actual de Memoria Histórica “porque no reconoce la rehabilitación de la guerrilla antifranquista”. Citando a Amnistía Internacional y Human Rights Watch, dijo que “sin verdad, justicia y reparación, se garantiza la impunidad de los verdugos y criminales”.

La hija del guerrillero, que no llegó a conocerle, Beatriz Pereda, por su parte, dijo unas emocionadas palabras nada más ver los restos, que resumen lo vivido en Roturas estos dos días y lo sentido como acto de justicia por los familiares de las víctimas del franquismo: “Aquí está mi padre, ya no es invisible, como han querido hacerle durante más de 60 años.”

También intervino la biznieta de Trinidad Álvarez, que fue enterrada con “El Ino” 12 años después, a su muerte, en la entrada del cementerio para recibir el mismo “castigo” que el guerrillero, que ambos fueran “pisados” por todos “por rojos” sin lápida identificativa, según los testimonios recogidos durante la investigación. La biznieta, Laura, dijo que “es un honor que Trinidad Álvarez compartiera tierra con El Ino”. Los que dispusieron su enterramiento con “el rojo” –añadió- quisieron que fuera una afrenta, pero se equivocaron, poquísimas personas en el mundo acompañan en su tumba a un luchador por la libertad”.

A lo largo de dos días que han durado las excavaciones para exhumación e identificación de cuerpos, se han dado cita en Roturas familiares, vecinos, amigos llegados de fuera, luchadores antifranquistas y medios de comunicación de televisión, radio y prensa. Se han visitado los lugares de la montaña donde sucedieron los hechos y se he reconstruido toda la memoria del guerrillero tal como la Federación de Foros pretende con sus actuaciones.

Destacó la presencia del guerrillero Eulalio Barroso Escudero, “Carrete”, hermano de “El Mexicano” que salvó la vida en el mismo tiroteo donde “El Ino” murió. “Carrete” rememoró su lucha antifranquista con orgullo. También estuvo el combatiente republicanoGuillermo Galán, que con 98 años se desplazó al pueblo desde Sonseca para dar testimonio de la represión franquista que sufrió en sus carnes con cárcel.

El Homenaje fue presidido por las banderas de Federación Estatal de Foros por la Memoria, la tricolor de la República, y la del Partido Comunista de España, organización en la que militaba “El Ino”.

El acto lo cerraron el presidente de la Federación de Foros por la Memoria y el alcalde de Roturas. El presidente de la Federación, José María Pedreño, destacó que aún no se ha hecho justicia a las víctimas en este país y que “sin justicia no hay verdadera reconciliación”. Destacó también que los guerrilleros eran los últimos soldados de la republicay no han visto reconocidos sus derechos como en el resto de los países democráticos, y que la reparación no sólo deber ser moral sino llegar hasta sus últimas consecuencias. Por último, insistió en que “el fascismo no ha sido juzgado en España y que hay que acabar con la impunidad de los verdugos.

El alcalde de Roturas hizo un llamamiento a los de otras localidades de la región para que se comprometan seriamente en el rescate de todos los luchadores represaliados del franquismo que aún siguen en fosas comunes y desaparecidos.

El acto de homenaje se cerró con una ofrenda floral a ambas víctimas del franquismo, y con el canto por parte de los congregados de La Internacional, El Himno de Riego y el Himno del Guerrillero que compusieron el propio Ino junto con Carrete y el guerrillero llamado Risco.

MEMORIA.-

Victorino Pereda fue víctima de los disparos mortales de la Guardia Civil en 1945, desapareció entre el 11 y el 12 de noviembre de ese año y ha sido su propio nieto, Ángel Serrano Pereda, quien ha llevado a cabo una exhaustiva investigación que ha hecho posible la localización de sus restos en 2007 y la recuperación de su memoria. Su trabajo constituye la base sobre la que se realizó el rescate del olvido de este guerrillero el próximo sábado.

Cuando murió, “El Ino” tenía 33 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Era natural de Tormes (Burgos). Miembro del Partido Comunista de España (PCE), fue guardia de asalto republicano y sirvió a la República entre 1936 y 1939 combatiendo en el frente de Madrid como Comisario delegado de Compañía del Ejército de Tierra. Tras la Guerra se alistó en la guerrilla antifranquista y sirvió como enlace y delegado político del Guerrillero Carlos en la Agrupación Guerrillera de Cáceres. En la montaña cacereña formó parte de la división 13, comandada por Joaquín Ventas Cintas “Chaqueta Larga”. Su mujer, encarcelada posteriormente por sospechas de colaboración con los maquis, nunca recibió noticias del paradero de los restos de su marido, cuyo fallecimiento aún no está anotado en el Registro Civil de Cáceres.

La Federación Estatal de Foros por la Memoria viene llevando a cabo la recuperación de fosas de la represión franquista dentro del proceso global de recuperación de la Memoria Histórica y su trabajo no se limita a recuperar los restos de una persona sino que trata de reconstruir todo el proceso y ahondar en las causas que desembocaron en el suceso. Todo ello a través de un trabajo interdisciplinar en que participan diferentes equipos técnicos: historiadores, documentalistas, arqueólogos, abogados, antropólogos, psicólogos, técnicos de imagen, etc.

Se da la circunstancia de que uno de los asistentes a este acto de recuperación y homenaje fue el guerrillero Eulalio Barroso, “Carrete”, hermano del guerrillero, Alejandro Barroso Escudero, “El Mexicano” a quien, según el propio testimonio de este último, “El Ino” salvó la vida. Eulalio Barroso ha aportado también testimonios a la investigación y realizó un largo viaje para poder estar en Roturas el 21.



FUENTE: poesiasalvaje.org