La Batalla de Gévora fue un enfrentamiento armado perteneciente a las Guerras Napoleónicas y que enfrentó al ejército hispano-portugués y a las tropas francesas. Tuvo lugar el 19 de febrero de 1811, en la localidad de Gévora, cerca de Badajoz. El ejército francés, superior en número al hispano-portugués, ganó la batalla y a punto estuvo de destruir al ejército de Extremadura.
En un intento de ayudar al ejército del mariscal francés André Masséna a abandonar su posición en Portugal -atascado frente a las Líneas de Torres Vedras, situadas frente a Lisboa, tras su invasión en 1810- el mariscal Jean de Dieu Soult condujo una parte del Ejército del Mediodía (Armée du Midi) desde Andalucía a la región vecina de Extremadura, y pusieron sitio a la ciudad amurallada de Badajoz. El Vizconde de Wellington y el capitán general Pedro Caro y Sureda enviaron un gran ejército español para romper el cerco. Sin embargo, Caro y Sureda murió antes de la partida de dicho ejército, el 23 de enero de 1811, víctima de un violento ataque de disnea, y el mando pasó al general Gabriel de Mendizábal. Con el apoyo de una pequeña fuerza de caballería portuguesa, los españoles llegaron a la ciudad y acamparon en los cercanos altos de San Cristóbal a principios de febrero de 1811.
Mendizábal hizo caso omiso de las instrucciones de Wellington y no atrincheró a su ejército. Soult aprovechó la posición vulnerable del ejército español y envió una pequeña fuerza para atacarlo. La mañana del 19 de febrero, las fuerzas francesas al mando del mariscal Édouard Adolphe Casimir Joseph Mortier derrotaron rápidamente al ejército español, causando 1000 bajas y tomando 4000 prisioneros, mientras que las bajas del ejército francés fueron de tan sólo 400 hombres. La victoria permitió a Soult concentrarse en su asalto a Badajoz, que cayó en manos de los franceses el 11 de marzo y permaneció en manos francesas hasta el año siguiente.
En un intento de ayudar al ejército del mariscal francés André Masséna a abandonar su posición en Portugal -atascado frente a las Líneas de Torres Vedras, situadas frente a Lisboa, tras su invasión en 1810- el mariscal Jean de Dieu Soult condujo una parte del Ejército del Mediodía (Armée du Midi) desde Andalucía a la región vecina de Extremadura, y pusieron sitio a la ciudad amurallada de Badajoz. El Vizconde de Wellington y el capitán general Pedro Caro y Sureda enviaron un gran ejército español para romper el cerco. Sin embargo, Caro y Sureda murió antes de la partida de dicho ejército, el 23 de enero de 1811, víctima de un violento ataque de disnea, y el mando pasó al general Gabriel de Mendizábal. Con el apoyo de una pequeña fuerza de caballería portuguesa, los españoles llegaron a la ciudad y acamparon en los cercanos altos de San Cristóbal a principios de febrero de 1811.
Mendizábal hizo caso omiso de las instrucciones de Wellington y no atrincheró a su ejército. Soult aprovechó la posición vulnerable del ejército español y envió una pequeña fuerza para atacarlo. La mañana del 19 de febrero, las fuerzas francesas al mando del mariscal Édouard Adolphe Casimir Joseph Mortier derrotaron rápidamente al ejército español, causando 1000 bajas y tomando 4000 prisioneros, mientras que las bajas del ejército francés fueron de tan sólo 400 hombres. La victoria permitió a Soult concentrarse en su asalto a Badajoz, que cayó en manos de los franceses el 11 de marzo y permaneció en manos francesas hasta el año siguiente.
FUENTE: WIKIPEDIA