Desde 1963, la ciudad de Augustobriga, en la Lusitania romana, permanece bajo las aguas del Pantano de Valdecañas sobre el río Tajo. El yacimiento era conocido desde antiguo por la monumentalidad de alguno de sus edificios, hecho que atrajo a numerosos investigadores desde mediados del siglo XVI, hasta su definitiva desaparición para el mundo de la investigación, una vez construido el pantano.
Grabado de Laborde (1865), tipología de paisaje romántico evocador de la antigüedad.
Litografía de Bacler d'Albe - Ruines d'un Temple á Talavera la Vieja
La localización e identificación de la ciudad romana de Augustóbriga ha planteado un importante debate historiográfico. A pesar de ser mencionada en varias fuentes clásicas (Plinio, Ptolomeo, , el Itinerario de Antonino y el Anónimo de Rávena), su ubicación ha sido largamente discutida. Primeramente Ceán Bermúdez en 1832, la sitúo en el pueblo cacereño de Villar del Pedroso, atendiendo a la inscripción con el epitafio de Flavia Rufina en la que aparecía el nombre de la ciudad.
El hallazgo en Talavera la Vieja de este epígrafe que mencionaba al Senatus Populusque Augustobriguensi (C.I.L. 5346), publicada por F. Fita en 1887, permitió relacionar este pueblo con la romana Augustobriga, opinión que validaron Coello y Hübner, en 1889 y 1892, respectivamente.
La primera mención y breve descripción de los restos conservados fue realizada por el humanista toledano Alvar Gómez de Castro, quien en 1572 visitó esta población aprovechando un viaje a Plasencia. Más tarde en 1577, Felipe II encargaría a Ambrosio de Morales la catalogación de las construcciones romanas . En el siglo XVIII, Ignacio de Hermosilla hizo diferentes estudios y en 1916 Jose Ramón Mélida realizó un catálogo monumental. La única excavación arqueológica se realizó en bajo la dirección de Antonio García y Bellido, quien emitió un breve informe en 1962.
"Los Mármoles", columnata construida en el siglo II por los romanos y que fue trasladada piedra a piedra en 1963 con motivo de la inundación. A la derecha "Templo de La Cilla", consagrado a Júpiter Óptimo Máximo, que fue reutilizado como granero o cilla desde el siglo XVI, para almacenar el trigo del Conde Miranda, señor de la Villa. La rota bóveda donde descansaban las gradas se llamaba leonera, según Hermosilla, era el sitio donde los gentiles tenían encerradas a las fieras para martirizar a los cristianos. En 1936 sirvió de cárcel para presos políticos. Sus dimensiones eran 21,8 mts de largo por 8,86 mts de ancho.templo rectangular con una longitud de 23,32 mts. El cuerpo del edificio mide 17,96 mts de anchura.
Nueva ubicación de "Los Mármoles", monumento más emblemático de Augustobriga, pues a pesar de estar realizado en granito local, la tradición recogía que brillaba a lo lejos como si fuera de mármol, debido al estuco con trozos de vidrio que recubría las estrías de los fustes de las columnas. En el detalle podemos observar que en la columnata las basas se asientan sobre soportes de forma trapezoidal, con tres estrías, y constan de dos toros y una escocia, pero sin plinto, también vemos los fustes de las columnas formados por tambores estriados, sobre los que descansan capiteles de un orden fantaseado del corinto.
La muralla romana de nueve pies de gruesa, levantada en el siglo III como defensa y destruida en el siglo X por el rey leonés Ordoño II. Fue construida con bandas horizontales, presentando sillares de granito al exterior y opus caementicium al interior. La banda inferior aún conserva los bloques externos. A la derecha, La Cantamora, lugar en el inicio de la pendiente al río en el que estaba situado uno de los depósitos del agua para abastecimiento de la ciudad romana.
Busto romano masculino de mármol localizado en Talaverilla junto a otros dos, uno femenino y otro infantil, al realizar obras de acometida de agua en el municipio. En el centro monedas romanas de Augustobriga, de izquierda a derecha: Denario de Augusto, sestercio de marco Aurelio y sestercio de Alejandro. A la derecha las columnatas de La Cilla en su nuevo emplazamiento después de ser trasladas de su lugar original.
Bustos romanos. El 13 de mayo de 1952 se encontraron cuando se realizaban obras para la acometida de aguas para el regadío de la finca Retuerta, pertenecían a un matrimonio adulto (59 cms) y a un niño (49 cms). A la derecha una estatua decapitada hallada en 1992.
Algunas muestras de la numerosa epigrafía de Augustobriga: Lápida 1: Consagrado a los dioses Manes. Rufino de 25 años (aquí yace). Salutio a su hijo piadosísimo. Lápida 2: Cay Antonio y Quinto Apolao de cuarenta años... procuraron erigirlo. Aquí yace. Séate la tierra leve. Lápida 3: Ara de mármol. Se hallaba en la sacristía de la iglesia y prueba que los Santos Mártires: Vicente, Sabina y Cristeta, nacieron en Talaverilla. Vivieron en los últimos años del siglo III y existe la hipótesis que en tiempos de Diocleciano y Maximiano, cuando estalló con feroz violencia la última persecución pagana contra la iglesia, sufrieron martirio en los sótanos del templo de La Cilla.
FUENTE:
Texto: Manuel Trinidad
(Fotografías y textos tomados de la Revista de Arqueología nº 190/febrero 1997 - Textos Blanca Mª Aguilar-Tablada Marcos. Fotos: Pablo Alonso Hernández)
Foto actual: celtiberia.net
