En diciembre de 1936 fue fusilado Antonio Elviro “El desclasado” autor del manifiesto: "Extremadura para los Extremeños".
La figura y el pensamiento del médico rural Antonio Elviro ha caído en el más profundo de los olvidos a pesar de su dedicación y lucha por los pobres y explotados de Extremadura. Apenas existen estudios sobre esta importante figura de la historia extremeña, con honrosas excepciones como el libro de Fernando Sánchez Marroyo “Antonio Elvira Berdeguer. De la lucha regionalista al compromiso con el socialismo”, y algunos artículos de Juan Carlos Monterde García.
Con la publicación de la GranEnciclopedia Extremeña, iniciada en 1989, comenzó la recuperación de este peculiar personaje.
Desplegó su actuación pública en el seno de dos de los movimientos sociales desarrollados en Extremadura en el primer tercio del siglo XX, el regionalismo y el socialismo, que buscaban en distinto grado y con orientaciones diferentes, una transformación de las relaciones sociales y políticas. En una etapa de creciente tensiones, vivió el compromiso del hombre que, siendo de familia acomodada, sentía como propios los problemas del entorno a pesar de no afectarle directamente. Este publicista, propagandista y reformador social extremeño nació en Salorino (Cáceres) el 13 de junio de 1892.
Su gran preocupación fue el campesinado, el grupo productivo de la sociedad rural y sobre el que recaía todos los problemas. Dejaba al margen, como elemento parasitario, a la burguesía agraria, a la oligarquía, a los grandes propietarios convertidos en el centro de sus constantes críticas.
Criticaba la inutilidad de los partidos políticos y del propio sistema de la Restauración. Realizó una activa campaña propagandística, difundiendo su visión de los males de Extremadura, así como las soluciones que debían arbitrarse.
Posteriormente se lanzó con fuerza a la lucha política, pero fracasó y no logró romper el control oligárquico sobre la representación parlamentaria. Animó la creación de Centros Regionalistas.
En 1920 con objeto de divulgar más sus planteamientos regionalistas, lanzó un manifiesto con el título de “Extremadura para los extremeños”, dirigido a las clases populares y medias, frente el carácter foráneo de la gran oligarquía.
Su constante preocupación por los problemas del campo y de los humildes le llevó a reorientar definitivamente su actuación pública, conectando con el movimiento obrero,y en los años de la II República derivó claramente hacia el socialismo. Más que como un teórico del marxismo, actuaba como un pedagogo social. Luchó por la reorganización de las fuerzas obreras, sobre todo en la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. La ambigüedad interclasista del regionalismo dio paso a un alineamiento decidido al lado de la estructura organizativa de los trabajadores.
Sus acerbas críticas a aquellos que consideraba responsables de la miseria del campesinado le habían granjeado importantes enemigos. Detenido por las fuerzas fascistas, fue juzgado en Consejo de Guerra y fusilado en Cáceres el 7 de diciembre de 1936. Quedaba descabezada así cualquier atisbo de discrepancia con el restablecido viejo orden.
Datos extraídos del libro de Fernando Sánchez Marroyo “Antonio Elvira Berdeguer. De la lucha regionalista al compromiso con el socialismo”.
FUENTE: kaosenlared