La Batalla de Badajoz desarrollada durante la jornada del 14 de agosto de 1936, resultó en una de las victorias que se consideran de mayor trascendencia durante la Guerra Civil Española del bando golpista sublevado contra el Gobierno legítimo de la II República, ya que permitió la comunicación entre las áreas de su control del norte y sur, a la vez que aisló definitivamente del país vecino, el territorio controlado por el Gobierno republicano.
Tras la batalla, y fiel a la maldición que se cernía sobre Badajoz, escenario de tantos asedios y sitios, se desencadenó uno de los episodios más deleznables de represión y asesinatos de toda la guerra, recordando al que cien años antes habían llevado a cabo tropas inglesas en las mimas calles.
Tras la batalla, y fiel a la maldición que se cernía sobre Badajoz, escenario de tantos asedios y sitios, se desencadenó uno de los episodios más deleznables de represión y asesinatos de toda la guerra, recordando al que cien años antes habían llevado a cabo tropas inglesas en las mimas calles.