‡ Perfiles inciertos
Seguir la pista de estas personas resulta bastante laborioso pues como señala el fiscal solían cambiar de residencia con frecuencia para no ser conocidos. Sin embargo, en los barrios donde vivían todos los vecinos estaban al tanto del 'trabajo' de López Sierra y Vicente Copete.
Los perfiles de ambos son bastante inciertos y están atravesados por experiencias dramáticas como la Guerra Civil, el hambre y el luto. López Guerra combatió en la Guerra Civil tras enrolarse en un tabor de regulares. Más tarde se alistaría en la División Azul.
Hijo de un cerrajero municipal, pudo haber ocupado la plaza de su padre o haber continuado el ejército realizando el curso de sargento para el que fue propuesto. Contrajo matrimonio muy joven y se fue cargando de hijos. Hasta 13 llegó a tener, pero como si fueran víctimas de una maldición varios de ellos murieron con pocos años. Eran años difíciles y Antonio López vio en el contrabando de café una oportunidad de llevar dinero a casa.
Tal actividad le permitió dedicarse a la venta de caramelos y chucherías con escasa rentabilidad. Tal vez por ello aceptó la plaza de 'agente ejecutor de sentencias' que había sido convocada. Aunque el estipendio no era mucho, ayudaba.
Estaba domiciliado en la calle Concepción Arenal donde era bien conocido y, a pesar de su 'oficio' gozaba del aprecio de sus convecinos. Algunos todavía le recuerdan, aunque hace años nada saben de él.
Algún periódico lo identificó con un mendigo que apareció muerto en la ciudad mallorquina de Manacor, pero con posterioridad fue localizado en Madrid. Las personas con las que HOY ha contactado coinciden en señalar que López Sierra «no es posible que viva todavía».
En la UVA
De Vicente Copete un funcionario de la Audiencia jubilado lo que conoce es que «vivía por el barrio de la UVA» y al igual que su colega López Sierra «era bastante conocido». También cree recordar que tuvo hijos.
El ámbito de actuación de estos 'agentes' era bastante extenso, ya que estaban al servicio de las audiencias de Madrid, Barcelona y Mallorca, cree recordar este funcionario.
A juzgar por su actuación, a estos personajes no les importaba en absoluto ser reconocidos hasta el punto de que ambos intervinieron en la película «Queridísimos verdugos». Antonio López y Vicente Copete aparecen junto a Bernardo Sánchez Bascuñana, de Granada, en la película realizada por Basilio Martín Patino en 1971.
J. LEAL/BADAJOZ
FUENTE: hoy.es
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