LA ACADEMIA DE ABADÍA

(...) Me estoy refiriendo al único momento conocido que nuestro valle fue sujeto, final de trayecto y no de tránsito como lo fue siempre. Espacio cortesano y renaciente, espacio elegido por D. Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel tercer Duque de Alba y señalado como "villa de placer", "corte paralela" a las vallisoletanas, madrileñas y hasta Escurialenses del enlutado rey.

El Palacio de Abadía y sus alegres jardines lo fueron un tiempo y al estilo italiznizante y renacentista como digo. Desde el palacio hasta la orilla del Ambroz se extendían divididos en porciones alta y baja, plazuelas, múreles, fuentes, nichos, adornados de estaluas, de mármoles traídos de Florencia. Balaustres, pedestales, conchas gigantescas, figuras de tamaño natural, Adriano, Trajano, diosas y faunos... Visitado por poetas, arquitectos y jardineros, escultores y artistas de toda índole. Por ellos pasearon, mientras les fue posible, sus ilusiones de una nueva y diferente tierra.

Desde aquí, desde Hervás donde escribo, los paseantes que se aventuraban más allá de San Antón y las cruces del calvario oficial, hasta el final del camino, divisaban los jardines italianos de la Abadía y por eso llamaron a la plazuela que allí se forma la plaza de Nápoles.

Todo se perdió tristemente, el origen del nombre de la plaza y los jardines, la corte paralela y su memoria. Volvimos (...) a ser lugar de tránsito. De tránsito hasta para las tropas francesas de Soult que en el pasado siglo y a su paso por estas tierras se encargaron de liquidar lo que quedaba de los jardines y sus estatuas, remataron la tarea que la memoria había iniciado. Hoy las fuentes, escaleras, plazoletas y balaustradas se han convertido en un hermoso y próspero olivar donde las máquinas agitan los olivos para descargarlos de su excelente fruto.


FUENTE: José Luis Sánchez Matas. Viajeros por el Valle del Ambroz. El Cuadernillo. 1995


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El Lugar de la Abadía
Pascual Madoz. Diccionario histórico-geográfico de Extremadura, 1846

Lugar con ayuntamiento de la provincia y audiencia territorial de Cáceres (20 leguas), partido judicial de Granadilla (2 leguas), administración de rentas de Plasencia (5 leguas), capitanía general de Extremadura (Badajoz, 35 leguas), diócesis de Coria (9 leguas).

Situado en la parte más honda de una espaciosa y amena llanura, a la margen izquierda del río Ambroz, ventilado constantemente por los aires del norte, de cielo hermoso y sano.

(...) A 250 varas del pueblo, hacia el norte, está colocado un hermoso palacio de los duques de Alba, al cual se va por una ancha y espaciosa calle formada por corpulentos y frondosos álamos negros; este edificio, que en su primitivo origen fue fortaleza sarracena, luego casa o colegio de templarios, y ahora sitio de recreo de invierno, es un cuadrilongo rectángulo, sólido, de 54 varas de largo, 36 de ancho y 24 de alto, todo de piedra, ladrillo y cal, con magnífica y suave escalera de madera, y una serie de columnas y arcos góticos de iguales materiales en número de 32, 8 en cada uno de los 4 ángulos, que sostienen un grandioso pavimento con corredores, que dan vueltas interiormente a todo el palacio, formando un patio espacioso, donde había, como en los jardines y salas, preciosas obras de pintura y escultura, muchas de estas en exquisitos mármoles de Italia, mutiladas ya por las vicisitudes de los tiempos; también está bastante deteriorado y mal cuidado todo el palacio, cuyo grande aljibe podía abastecer abundantemente de agua la fortaleza de los moros.

A un cuarto de legua y lado del oeste del lugar, existe el edificio que fue convento de franciscanos de la Bien-Parada, el cual, no habiendo sido enajenado, se va poco a poco desmoronando; las bellas artes encerraban en su seno no pocas preciosidades.