El Mosaico de Orfeo

Sus dimensiones son 7,27m. de longitud por 6,90m. de anchura y está realizado con sumo detalle habiéndose empleado para su construcción un amplio abanico cromático con teselas de cerámica, mármol y pasta vítrea. Los colores empleados son: blanco, negro, rojo, rosado, verde agua, verde fuerte, azul celeste, azul marino y amarillo.



La composición va rodeada por una cenefa trenzada de cuatro lazos realizada con teselas blancas, negras y rojas. Más al interior aparece una ancha banda de fondo blanco sobre la que se disponen tallos vegetales arrollados sobre sí mismos y engarzados entre sí.

Entre estos aparecen animales y frutas. El motivo central va enmarcado por una cenefa sogueada de un solo lazo que inscribe en su interior otra cenefa de hojas que forma un óctogono. Los espacios triangulares situados entre el cuadrado formado por la cenefa sogueada simple y el óctogono central van ocupados por cráteras de las que parten hojas palmeadas. El cuadro central representa el mito de Orfeo. En el centro aparece la figura sedente del príncipe tracio con la lira que tañe con ambas manos. Sus pies descansan sobre un escabel triangular. Tras él aparece una vegetación muy esquemática que imprime más movimiento y profundidad a la escena.

A los pies de Orfeo aparecen diversas figuras animales que parecen absortos por la música que emana de la lira. Estas figuras representan a una garza, un caballo, un ciervo, un jabalí, un mochuelo, un conejo, una tortuga, un león, una serpiente, un tigre (concebido con evidente fantasía), un ánade, una esfinge con rostro humano y otro animal difícilmente identificable por faltar todo el cuerpo pero que bien podría ser una pantera.

Se trata de un mosaico de bella factura y que expresa además un refinado gusto por parte del dueño de la casa al elegir una composición como ésta para ornato de su vivienda. Para darle aún más vistosidad no se escatimaron esfuerzos y, si bien en la realización de las figuras animales se aprecia una cierta concepción infantil motivada por el desconocimiento del aspecto real de estos por parte del mosaista, se emplearon materiales de gran calidad y variedad como puede verse en el acabado y uniformidad de las teselas de mármol y en la bundancia de teselas de pasta vítrea de ariados colores. A todo esto hay que unir un esmerado trabajo que la convierte en conjunto en una obra de gran calidad.



Luis-Alonso Rubio Muñoz


FUENTE:
diputaciondebadajoz.es