Tras el decreto de suspensión de la jurisdicción religiosa que mantenían desde siglos las Ordenes Militares, en Llerena se produce el llamado "Cisma de Llerena”, provocado por el clérigo don Francisco Maesso de la Fuente al no admitir acogerse a la jurisdicción del Obispado de Badajoz. En algo más de un año se produjeron diversos altercados que se apaciguaron cuando Alfonso XII llega al trono, provocando con aquel decreto la desaparición del provisorato de Llerena